La llamada cuna de Cataluña se encuentra a 30 minutos del Molí de la Riera (30 km). Bañada por ríos Ter y Freser, es una ciudad inquieta y con carácter. Imprescindible: el monasterio de Santa María de Ripoll, uno de los edificios más bellos y evocadores de Cataluña. Y si tenéis más tiempo: el Scriptorium, la Farga Palau o el museo etnográfico.