Desde principios del siglo XVIII hasta 1969 muchas generaciones de molineros vivieron y trabajaron en el Molí de la Riera, un antiguo molino harinero hidráulico.
Lo que comenzó como un obrador de molienda, y que se amplió después a vivienda de la familia de molineros, se ha acabado convirtiendo, hoy en día, en alojamiento para grandes familias y entidades, fiel a su vitalidad y a su espíritu acogedor y de servicio.
¡Ofrecemos un ambiente familiar y un entorno acogedor para acompañar los momentos especiales que seguro viviréis!
Espacios rehabilitados pensando en los más pequeños, las entidades y los grupos de amigos o familiares. Instalaciones para el trabajo en grupo, prácticas y sostenibles.
Totales: 84
Exclusividad: 45-60 (según temporada)
Mínimo a pensión: 25
Mínimo alojamiento: 25
Mínimo estancia de día: 40
Accesibles: 10
Sanitarios adaptados: 1
Comedor: De 80 a 120
1 de 2 plazas
3 de 6 plazas
1 de 10 plazas
2 de 12 plazas
1 de 14 plazas
1 de 16 plazas
Piscina salina con cubierta retráctil (no climatizada)
Campo de fútbol propio de hierba
Pista de baloncesto propia de tierra
Pabellón deportivo y piscina climatizada a 500m
Campo fútbol municipal de hierba artificial a 800m
(*) Consultar disponibilidad con antelación
Calefacción centralizada con control domótico
Wifi en toda la instalación
Smart TV de 75, 52 y 45 pulgadas (*)
Equipo de sonido completo (*)
Sistema de música ambiente controlada por smartphone (*)
Cámaras de control de accesos
Neveras domésticas, microondas, cafetera para los grupos(*)
Sala de maestros con nevera y servicio de café
La accesibilidad es una condición importante para garantizar la autonomía, la no discriminación y la igualdad de oportunidades para todas las personas.
Un espacio de ocio educativo, como es el Molí de la Riera, no podía ser ajeno a este derecho que promueve una mayor participación social de las personas que tienen discapacidad, para disfrutar de actividades en la naturaleza con seguridad y comodidad.
Aunque los orígenes del Molino de la Riera se remontan al siglo XVIII, desde su adaptación como casa de colonias, en 1988, se priorizó la máxima accesibilidad a todos los espacios comunes y en las zonas de recreo cercanas a la casa.
Os detallamos las actuaciones realizadas:
Propuestas de actividades y equipo de monitores propios
Colonias sin equipo de monitores (a consultar)
Actividades de 1 día, con o sin comida
Pensión completa: fines de semana, verano...
Alojamiento: fines de semana, temporada baja...
Pensión completa fines de semana
Alojamiento: fines de semana, temporada baja...
Encuentros de 1 día, con almuerzo incluído
Eventos
A consultar
Visita guiada al molino de harina
Rutas guiadas
No ofrecemos derecho a cocina ni alquiler de espacios sin comida
Desde principios del siglo XVIII hasta 1969 muchas generaciones de molineros vivieron y trabajaron en el Molí de la Riera, un antiguo molino harinero hidráulico.
A sus puertas llegaban, desde las casas vecinas, sacos de trigo, cebada o avena, llevados por el ganado y acompañados por campesinos y niños, dichosos de volver a casa con los sacos llenos de harina.
Numerosos detalles evocan su pasado: el arco de salida del agua, las muelas de piedra, el antiguo obrador con los dos molinos, la esclusa y el canal...
Después de casi 20 años en silencio, en 1988 abrió sus puertas como casa de colonias, con el compromiso de recuperar la memoria de este antiguo oficio, tan humilde, tan esencial en el mundo rural.
Lo que comenzó como un obrador de molienda, y que se amplió después a vivienda de la familia de molineros, se ha acabado convirtiendo, hoy en día, en alojamiento para grandes familias y entidades, fiel a su vitalidad y a su espíritu acogedor y de servicio.